GINEBRA.- Una operación de espionaje por encomienda de Catar, anfitrión de la reciente Copa del Mundo, intervino una reunión en un hotel en 2017 entre Gianni Infantino, presidente de FIFA, y el entonces fiscal general suizo durante una investigación de dirigentes del fútbol, informó el diario suizo Neue Zürcher Zeitung el domingo.
El reporte indica que agentes de inteligencia vinculados con un exagente de la CIA interceptaron una reunión entre Infantino y el fiscal federal Michael Lauber en un hotel de propiedad catarí en Berna, que también era sede de la embajada del emirato.
El informe de NZZ indica que los documentos y las fuentes mostraron que la vigilancia fue realizada por el “Proyecto Cervino” — llamado así por la icónica montaña suiza — para recopilar material sobre Lauber.
Mundial.jpg
La réplica de la Copa Mundial previo al duelo entre Croacia y Brasil por los cuartos de final del Mundial, el viernes 9 de diciembre de 2022, en el estadio Education City en Rayán, Catar.
AP Foto/Frank Augstein
En ese momento, el fiscal estaba al frente de una investigación de varios años contra dirigentes de fútbol que había comenzado en 2014, con una denuncia penal de la FIFA para buscar presuntas irregularidades financieras vinculadas con las candidaturas de la Copa del Mundo, incluida la ganadora de Catar, para albergar el torneo de 2022.
El artículo de NZZ del domingo se suma al reporte de The Associated Press en 2021 de que Catar gastó millones de dólares durante varios años, al contratar a la agencia Global Risk Advisors para espiar a FIFA y a funcionarios de fútbol internacionales para proteger su Mundial.
Después de que Catar ganó la votación de anfitrión en 2010, su proyecto de la Copa del Mundo parecía estar en peligro debido al calor extremo en el desierto, las denuncias de corrupción en la candidatura, los informes de abusos en los derechos humanos y la mano de obra de migrantes y el boicot económico y logístico de los estados vecinos.
La oficina de medios internacionales del gobierno de Catar desestimó el informe de NZZ con un comunicado como “otro intento de difundir información falsa sobre el país y dañar su reputación. Rechazamos las acusaciones y estamos explorando las acciones legales”.
FUENTE: AP