SAO PAULO.- Goles cruciales en la recta final para salvar al Santos del descenso en el fútbol brasileño, lesiones, duras críticas y un futuro repleto de dudas: Neymar tuvo un 2025 de locura.
El astro Neymar regresó en enero al Santos, antiguo equipo de Pelé y en el que él se formó, tras una fallida aventura con el Al-Hilal en Arabia Saudita
SAO PAULO.- Goles cruciales en la recta final para salvar al Santos del descenso en el fútbol brasileño, lesiones, duras críticas y un futuro repleto de dudas: Neymar tuvo un 2025 de locura.
El astro, de 33 años, regresó en enero al antiguo equipo de Pelé y en el que él se formó, tras una fallida aventura con el Al-Hilal en Arabia Saudita, marcada por una rotura de ligamentos en la rodilla izquierda.
Neymar no estuvo a la altura durante casi todo el campeonato brasileño. Entre lesiones, su máxima racha de partidos consecutivos fue de siete.
Pero cuando la amenaza de caer a la Serie B por segunda vez en su centenaria historia acechaba al Santos, el exdelantero del Barcelona y del PSG dio un paso adelante.
"Si Neymar no hubiese jugado, el Santos probablemente habría descendido", dijo a la AFP Felipe Camargo, periodista que narra los partidos del club.
Cinco de sus ocho goles en 20 encuentros de liga llegaron en las últimas cinco presentaciones y fueron claves para permanecer en primera.
Pese a todo el balance global es positivo para el Santos, que esta campaña retornó a la élite brasileña.
Con Neymar en cancha, obtuvo nueve victorias, cinco empates y seis derrotas; sin él, solo ganó tres encuentros, empató seis y perdió nueve.
"No fue un buen año por las lesiones, pero me gustaron muchas cosas al final. Espero que el año que viene sea mejor", comentó Héctor Sousa, un torcedor en el estadio Vila Belmiro, en el triunfo 3-0 del Santos ante el Cruzeiro que selló días atrás la salvación.
En los momentos más bajos, confesó Neymar, buscó ayuda psicológica para salir del foso.
"Mis emociones fueron a cero. No tenía más fuerza", admitió a Globo Esporte TV.
El pitazo final con el Cruzeiro fue un desahogo: cayó de rodillas sobre el césped, ovacionado por 15.000 espectadores. Dio después una vuelta olímpica.
"Me siento feliz, pero sobre todo me siento aliviado", declaró a su vez el entrenador, el argentino Juan Pablo Vojvoda.
Nada le hizo más daño a Neymar que las lesiones. En la recta final, incluso jugó con un percance en la rodilla izquierda por el que tendrá que pasar por quirófano en las próximas semanas.
"Sufrió mucho", analizó Camargo, quien resalta que el Peixe "tuvo a Neymar no como una pieza y sí como un salvador".
Y la controversia siempre persiguió al 10.
Su asistencia al Carnaval de Río de Janeiro cuando estaba en plena rehabilitación por una lesión durante el Campeonato Paulista levantó revuelo, así como una discusión con un aficionado que lo llamó "mercenario".
El delantero trató, además, de impedir la divulgación de un podcast biográfico que presentaba a su padre como un empresario "voraz". El juez lo acusó de intentar una "odiosa censura previa".
Una de las metas de Neymar es retornar a la Seleção de cara al Mundial de 2026.
El italiano Carlo Ancelotti, que empezó en junio pasado su ciclo como DT de los pentacampeones mundiales, aún no le ha convocado.
"Tenemos que pensar en Brasil, que puede estar con Neymar o sin Neymar", soltó Ancelotti tras el sorteo el 5 de diciembre que emparejó a su selección con Marruecos, Haití y Escocia en la Copa del Mundo en Estados Unidos, México y Canadá.
Su continuidad con el Santos también está en veremos. Su contrato vence este mes.
"Queremos la permanencia de Neymar. Nuestro proyecto es hasta la Copa del Mundo", adelantó el presidente del club, Marcelo Teixeira.
Según la prensa, Neymar recibe por salario y derechos de imagen unos 800.000 dólares mensuales.
Una cosa es innegable: su potencial de marca.
Su camiseta 10 reina en las tribunas del Vila Belmiro. Según el club, unas 240.000 piezas fueron vendidas en el primer semestre del año.
Neymar tiene "una enorme base de fans, con más de 220 millones de seguidores en redes sociales", dice a la AFP Fábio Escalhão Atássio, gerente de mercadeo de una de las firmas que apuesta por el jugador, la empresa brasileña de alimentos Tropicool.
"Ha sido una fuerza motriz en la expansión de nuestra marca" a Europa y Medio Oriente, agregó.
Mientras Neymar lleva patrocinadores al Santos, la institución lanzó un proyecto para construir un nuevo estadio el próximo año.
Y la empresa familiar del astro, NR Sports, compró los derechos de la icónica marca de Pelé.
FUENTE: AFP
