Madrid /DPA.- Sergio Ramos, a la derecha, celebra con James Rodríguez. (AP)
Madrid /DPA.- El equipo merengue permanece a dos puntos del Barcelona, pero dio una nueva muestra de la diferencia abismal que hay en el fútbol de ambos equipos
Madrid /DPA.- Sergio Ramos, a la derecha, celebra con James Rodríguez. (AP)
El Real Madrid defendió hoy su liderato en soledad de la Liga española de fútbol con una cómoda victoria por 5-1 sobre el Rayo Vallecano.
El equipo dirigido por el italiano Carlo Ancelotti volvió a celebrar una goleada en el campeonato doméstico y se consolidó una vez más como el equipo más en forma de la liga.
El conjunto blanco reposó en su enorme repertorio ofensivo para conseguir su decimotercera victoria consecutiva en partidos entre liga, Copa del rey y Liga de Campeones.
Además, cosechó su quinto encuentro de liga al hilo en el que convierte al menos tres goles.
El Real Madrid celebró en el estadio Santiago Bernabéu el regreso de Gareth Bale, quien se recuperó de una lesión en la espalda y se dio el lujo de abrir la cuenta goleadora de su equipo.
Sergio Ramos, Toni Kroos, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo anotaron los goles restantes del dueño de casa.
El Rayo apenas pudo descontar gracias al gol de Alberto Bueno, producto de una jugada iniciada por un grueso error del colombiano James Rodríguez en su intento de pase al portero Keylor Navas.
El Real Madrid mantuvo de esta manera la diferencia de dos puntos respecto al Barcelona, que antes batió por 2-1 al Almería, y se alejó a cuatro unidades del Atlético y Valencia aunque con un encuentro disputado más.
El Real Madrid apostó durante toda la primera mitad a la paciencia. A sabiendas de que el Rayo es un equipo que arriesga sin importar el rival ni el escenario, el dueño de casa aguardó hasta que se le abrieran los espacios.
Después de un par de ocasiones claras desperdiciadas, el Real Madrid logró abrir la cuenta nada menos que con un gol de Bale, a quien Isco dejó prácticamente en el olvido durante el período de su lesión y quien volvió a demostrar su gran capacidad de desequilibrio en el área rival.
Un tanto de Ramos con la rodilla aportó más ingredientes a la fiesta del Bernabéu, mientras que el propio James Rodríguez devolvió emoción al duelo con un error en un intento de pase a su portero y un posterior tanto de Bueno, que capitalizó a la perfección el regalo del colombiano.
Ya en la segunda mitad, el Real Madrid ni le dio oportunidades a su rival y terminó de sentenciar la historia con los tantos de Kroos y Benzema.
Pero la fiesta todavía no era completa para los blancos. La fresa del postre apareció a falta de siete minutos para el final cuando Cristiano Ronaldo, el mismo que antes del partido había enseñado a su afición el trofeo de la Bota de Oro, anotó el último tanto del encuentro. El gran goleador del 2014 no podía finalizar la gala sin una exposición de su mejor arma.
El Real Madrid volvió a golear y, si bien permanece a dos puntos del Barcelona, dio una nueva muestra de la diferencia abismal que hay en el fútbol de ambos equipos.