MIAMI.-RICARDO MONTES DE OCA
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@RicardoEMontes
El cubano tiene como objetivo volver a la élite de las Grandes Ligas luego de un 2015 problemático
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Si bien Yasiel Puig no fue galardonado como el Novato del Año en el 2013, al quedar de segundo por detrás de su compatriota José Fernández, pudiera decirse que rompió el mito del béisbol que dice que un recluta que tiene una buena campaña en su primera temorada suele bajar su producción al año siguiente.
En el 2014 asistió a su primer Juego de Estrellas y terminó bateando para .296 de promedio con 16 jonrones y 69 empujadas, metiéndose en la conversación de los mejores jardineros del béisbol. Incluso muchos lo proyectaban como un potencial candidato para dar el salto necesario y ser tomado en cuenta para el premio al Jugador Más Valioso del 2015.
Pero el llamado “slump” afectó al cubano en su tercer año en las mayores, cuando, lastimado por múltiples lesiones, pudo uniformarse con los Dodgers apenas 79 veces. Promedió .255 de bateo y sacó 11 pelotas. Sumado a todo esto, hubo varios reportes que indicaban el disgusto del equipo con el cubano de 25 años, que hizo pensar en que quizás pudiera cambiar de aires.
El equipo de Los Angeles lucirá distinto al comienzo de la temporada del 2016. Luego de haber nombrado a Dave Roberts como nuevo mánager y haber perdido a uno de sus astros del pitcheo, Zack Greinke, en la agencia libre, el equipo se ha comprometido con Puig, confiando en que pueda retomar su producción ofensiva de sus primeros años.
“Espero que esta temporada sea mejor que la pasada”, dijo Puig en un encuentro con los medios que tuvo cuando participó el domingo pasado en el Juego de Estrellas Cubanas. “Tuve muchas lesiones. Me estoy recuperando de eso y entrenando al máximo, para que este 2016 sea mejor que el anterior e igual al del 2013”.
En lo colectivo, Puig dice no estar preocupado e indica que el equipo tiene lo necesario para alcanzar la Serie Mundial por primera vez desde 1988.
“Los cambios que hicieron, los hicieron por alguna razón”, entendiendo que el cuerpo de lanzadores no tendrá el mismo cartel que en el 2015. “Adrián [González], [Justin] Turner y yo estaremos allí para dar lo mejor. Sabemos que tenemos un buen equipo. Llegar a la Serie Mundial es nuestra única meta”.
Buena experiencia
En medio de un receso de temporada en el cual el nacido en Cienfuegos sonó en rumores de cambios y además está siendo investigado por la MLB bajo la cláusula de violencia doméstica por el altercado en el bar Blue Martini en Miami, Puig tuvo una experiencia positiva gracias a la visita a Cuba que hicieron varios peloteros de grandeligas.
“Estoy contento y agradecido por volver a nuestro país”, dijo Puig, quien junto a Alexei Ramírez, José Dariel Abreu, Clayton Kershaw, Miguel Cabrera, entre otros, visitaron Cuba en diciembre como parte de una iniciativa de MLB.
Todos estos movimientos hacen pensar que las relaciones entre Cuba y las Grandes Ligas pudieran estar mejorando en un futuro cercano, lo que hace soñar a los fanáticos de ese país con ver a sus máximas estrellas representando a una “Cuba unificada”.
“Nosotros [los peloteros cubanos] seguiremos jugando y trabajando en donde estamos. [El resto] se lo dejamos al destino, esperando que se arregle todo para volver a jugar [juntos]”, declaró Puig quien también ha insistido que sueña con la oportunidad de volver a representar a su país. “[En el viaje] sólo fuimos a trabajar con los niños, no era nuestro trabajo hablar [de las relaciones]”.
Puig aprovechó la vuelta a su país para reencontrarse con todas las personas que lo ayudaron a convertirse en el pelotero que hoy en día es, lo que describió como una experiencia única. “Me dio mucha alegría volverlos a ver y [recordar los días] cuando jugaba en el equipo nacional”.
Puig está concentrado en volver a la élite en el 2016 con los Dodgers, pero eso no evitará que tenga un ojo, como muchas otras estrellas cubanas en las mayores, en las relaciones entre su país y las Grandes Ligas, con la esperanza de lograr el sueño de unificar a una selección cubana que los represente en el Clásico Mundial del 2017.
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