El Senado de EEUU, mediante una resolución unánime, declaró el 14 de octubre “Día Nacional en Memoria de Charlie Kirk”.
Ese día ocurrieron tres acontecimientos: El perdón espiritual de Erika Kirk al asesino de su amado esposo, el enorme levantamiento de movimientos conservadores en todo el planeta, y el reinicio de la amistad entre Elon Musk y el presidente Donald J. Trump sellado con un apretón de manos y gestos de entendimiento mutuo.
Kirk hubiera estado muy feliz de ese momento hecho público entre Musk y Trump, a quien quería como su ídolo.
Su esposa Erika lo confirmó en su primeras declaraciones tras el atroz crimen a su amado Charlie: "Señor Presidente, mi esposo lo amaba y él sabía que usted también lo amaba a él".
El bien y el mal
Ya no se trata de una lucha entre dos partidos políticos rivales en EEUU. Se trata de la lucha entre el bien y el mal. Así lo consideran millones de estadounidenses y muchos otros millones en el resto del mundo.
En menos de dos años, dos grandes asesinatos políticos, uno consumado (Charlie Kirk) y el otro no (Donald Trump) han marcado el espectro político en EEUU.
Sólo días después, otro atacante, también radical de izquierda y con mensajes de Antifa, disparó contra agentes de ICE en un centro de detención de inmigrantes en Dallas, Texas, lo que confirma el giro de extrema violencia política que ha emprendido la izquierda, alentada con sus discursos de odio anti-Trump y anti-conservadores.
La organización radical de izquierda Antifa, fue declarada por una orden presidencial como una “organización terrorista interna”.
Las palabras "anti-ICE" estaban garabateadas en un cargador de munición encontrado cerca del cuerpo de Joshua Jahn, de 29 años, quien se suicidó después de ejecutar el ataque.
"Desafortunadamente, este es solo el último ejemplo que hemos visto de violencia selectiva, incluido en el norte de Texas, donde el 4 de julio hubo otro ataque coordinado contra un centro de inmigración en Alvarado", declaró Joe Rothrock, agente especial a cargo del FBI en Dallas.
El ataque del 24 de septiembre fue el tercero contra agentes de ICE o de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU desde julio, la retórica de odio de los políticos demócratas contra las agencias gubernamentales se ha intensificado.
Amor por odio
"La respuesta al odio no es el odio", dijo con la voz entrecortada Erika Kirk. "La respuesta, como sabemos por el Evangelio, es amor, y siempre amor. Amor por nuestros enemigos y amor por quienes nos persiguen".
“Mi amado esposo Charlie deseaba salvar a jóvenes como el que le quitó la vida. A ese hombre, a ese joven… lo perdono, porque eso fue lo que Cristo hizo y es lo que Charlie hubiera querido”.
El discurso de Erika, además de conmovedor, fue la reafirmación de continuidad de la labor de su esposo asesinado, un crimen de odio político que ha reavivado el movimiento conservador dentro y fuera de EEUU. Y más que silenciar, ha levantado en múltiples latitudes el grito de guerra, de enfrentamiento a quienes pretenden esparcir el terror como parte de su ideología.
El perdón es necesario, pero primero deben coextistir la tolerancia, la libertad, respeto y el sentido común.
En su discurso, el presidente Donald J. Trump envió un diáfano mensaje a Erika: “Hoy gran parte de una nación te abraza a ti y a tus hermosos hijos. Compartimos tu inmenso y abrumador dolor y te prometemos que haremos todo lo posible para garantizar que tus hijos crezcan en una tierra donde su padre sea honrado y venerado como un Gran Héroe estadounidense”.
Al terminar Trump besó y abrazó a Erika ante los 100.000 asistentes y otros casi 100.000 también frente a pantallas gigantes fuera del estadio. Millones en diferentes partes del mundo también siguieron en vivo la transmisión del homenaje.
El presidente destinó más de 20 millones de su dinero personal para el evento de tributo a Kirk. No sólo aprobó personalmente la organización, sino que se encargó de la seguridad, los medios y la recepción de invitados. Trump puso en pausa sus ocupaciones en la Presidencia para honrar a Kirk.
Dos aviones trasladaron hacia el estadio al gabinete del Presidente, sus asesores, personalidades, empresarios y altos funcionarios.
Nada detendrá ahora a Erika, una mujer que rápidamente ha tenido que encontrar el equilibrio y la ecuanimidad bajo las circunstancias más difíciles.
El grupo ejecutivo de Turning Point USA la nombró directora de la organización juvenil conservadora que fundó su esposo, un movimiento conservador que ha renovado aún más su energía y determinación tras el asesinato de Kirk, quien siempre vio la fe cristiana ligada a la política y al destino del país.
Erika: fuerza y carácter
Erika tiene la fuerza y el carácter para continuar la misión de Kirk, no para sustituirlo porque la autenticidad y carisma de Kirk seguirán siendo únicos, sino para convertirse en la nueva líder de Turning Point USA.
El propósito de Kirk al fundar la organización Turning Point USA era que los jóvenes enajenados e incomprendidos tuvieran un lugar en la sociedad, encontraran un sentido real a sus vidas mediante la familia, la fe, el amor y la comprensión entre los seres humanos, a pesar de las diferencias de ideas políticas e ideológicas.
Pero la pregunta de todos, más allá del gran legado de Kirk, es hasta cuándo se permitirá que congresistas radicales que odian a EEUU sigan en sus puestos en el Capitolio, como el caso de Iham Omar quien dijo que “Charlie Kirk debe 'quedar en el basurero de la historia'” y ha reiterado que ella no representa los intereses de EEUU sino los de su país de origen, Somalia, y su religión musulmana.
"Por Charlie, reconstruiremos Estados Unidos de América hacia la grandeza (…) Por Charlie, nunca nos acobardaremos y nunca flaquearemos, dijo su amigo y vicepresidente del país, JD Vance.
Mientras, en el palco presidencial, Trump y Musk se estrechaban la mano y dialogaban de forma amistosa, uno de los momentos inesperados del magno evento en honor a la vida y obra de Charlie Kirk.
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FUENTE: Con información de AFP.