Hasta agosto, la administración de Joe Biden ha recibido en Estados Unidos a más de 2.8 inmigrantes, superando las cifras de 2022
Migrantes se dirigen al Río Grande para cruzarlo y buscar asilo en Estados Unidos
HERIKA MARTINEZ / AFP
Ni las boyas, ni cercas, ni alambres de púas, ni la amenaza de deportación bajo el Título 8 han logrado disuadir a los inmigrantes de ingresar de manera ilegal al país
Getty Images via AFP Miles de migrantes llegan a la frontera sur a diario, huyen de la pobreza y la represión.
AFPMIAMI.- Estados Unidos cerró el año fiscal con una crisis migratoria sin precedentes, tras haber recibido hasta agosto la exorbitante cifra de 2.8 millones de inmigrantes, un número que podría superar los 3 millones, una vez que se conozca el reporte de septiembre que publica mensualmente la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Hasta ahora solo se han publicado las cifras de 11 meses del período fiscal 2023, que concluyó el 30 de septiembre. En este lapso ingresaron al país 2.860.127 inmigrantes, superando por más de 90.000 el número de personas recibidas por la administración de Joe Biden durante todo el año fiscal 2022.
Pese al intento del gobierno de frenar la migración ilegal a través de programas como: el parole humanitario, el programa de reunificación familiar, la aplicación CBP One y la apertura de oficinas en Colombia, Costa Rica y Guatemala para gestionar una migración ordenada, no parecen estar dando los resultados esperados por la administración demócrata. Miles de inmigrantes, especialmente de Venezuela, Cuba y países centroamericanos, siguen abarrotando la frontera sur, intentando superar las trabas que consiguen en su camino para cruzar hacia territorio estadounidense.
Lejos de disminuir, ha ido en aumento la oleada de inmigrantes cruzando la frontera sur. Agosto, el último reporte de la CBP, registra más de 304.000 ingresos a Estados Unidos.
En total, durante la administración Biden han ingresado al país 7.583.228 migrantes: 1.956.519 ingresaron en el año fiscal 2021, 2.766.582 en 2022, más los que han ingresado hasta agosto de 2023.
En enero, entraron a la nación 209.156 inmigrantes, esta cifra fue superada en febrero, cuando cruzaron 213.928 personas.
En marzo, fueron 259.493 los ciudadanos de otras nacionalidades que llegaron a EEUU, mientras que en abril ingresaron 16.562 más que en el mes anterior: el gobierno recibió a 276.055 inmigrantes para esa fecha.
Durante el mes de mayo se registraron 275.188 extranjeros, y después se registró una pequeña reducción en el ingreso de inmigrantes en junio, cuando entraron al país 211.514 personas.
Lo que parecía un pequeño alivio migratorio, tras el vencimiento del Título 42, rechazado por los republicanos, terminó siendo una base de impulso para la llegada masiva de inmigrantes.
En julio entraron a EEUU 245.213 extranjeros, 58.949 menos que en agosto, cuando, superando sus propios récords, la administración Biden recibió a 304.162 inmigrantes, pese a la aplicación del Título 8, que niega asilo a quienes lleguen a las fronteras sin cita previa o se les haya negado protección en un tercer país.
En ese mes, entraron al país por la frontera sur un promedio de 10.000 personas por día, de acuerdo con la CBP.
Para tratar de contrarrestar la llegada de inmigrantes ilegales al país, sobre todo al afectado estado de Texas, el gobernador Greg Abbott, quien declaró oficialmente una “invasión” en la frontera el 20 de septiembre, ha colocado boyas antiinmigrantes en el Río Bravo y cercas con alambres de púas en los pasos fronterizos, donde informó que está construyendo un muro.
Las medidas, aunque han sido calificadas extremas, buscan disuadir a los inmigrantes de cruzar las peligrosas corrientes del Río Bravo, que se ha cobrado la vida de decenas de personas, y alertar de los peligros de la migración ilegal, según explican las autoridades regionales.
A través de una carta, Abbott responsabilizó al presidente Biden de la crisis migratoria y advirtió de las “consecuencias catastróficas” que su “inacción” en la política migratoria le ha ocasionado al país. “Bajo su supervisión, Estados Unidos está sufriendo la mayor volumen de inmigración ilegal en la historia de nuestro país”, le dijo al mandatario.
Desde la llegada del mandatario de 80 años a la Casa Blanca, los republicanos han alertado de las “erradas” políticas migratorias, que lejos de solucionar el caos que se vive en la frontera, consideran que lo incrementan al “fomentar” la inmigración ilegal con la extensión de permisos de trabajos a miles de indocumentados.
“Hace años que estamos tratando de hacer algo. Desafortunadamente los demócratas se oponen a todo lo que tiene que ver con la inmigración”, aseguró el senador Marcos Rubio en una entrevista radiofónica en La Poderosa.
Explicó, por ejemplo, que como primera medida se debería cambiar el sistema de asilo que, asegura, ha sido “abusado” por los extranjeros, que llegan pidiendo asilo para la “protección legal automática” que admite la nación, pese a no tener causa legítima para solicitarlo.
“Se pueden quedar esperando hasta cuatro años o más por una audiencia ante un juez que a veces no viene por años y a veces nunca aparece. Así que, esa ley hay que cambiarla”, sostuvo.
Rubio estima, además, que el gobierno debe destinar más recursos económicos para la frontera y reforzar las leyes migratorias. “Los demócratas dicen que están a favor de todo eso pero nunca lo apoyan porque hay intereses dentro de su partido y la izquierda radical. Ellos están a favor de una frontera completamente abierta porque piensan que el que quiera venir al país tiene derecho a venir. Eso es imposible”, aseveró.
Durante la administración de Biden han entrado al país más de 7.5 millones de inmigrantes, según datos del CBP. Sin embargo, mientras la frontera sur continúa colapsada por la llegada masiva de inmigrantes, el presidente anuncia que pretende admitir a más refugiados procedentes de América Latina y el Caribe en el nuevo año fiscal.
Aunque el total de refugiados será 125.000, al igual que el año pasado, para el año fiscal 2024 que comenzó este domingo 1 de octubre, el gobierno espera admitir de 35.000 a 50.000 refugiados de la región. Un incremento que triplicaría las 15.000 admisiones de este año.
Esta medida, así como el paralelo humanitario y la extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS), provocarán la llegada de más inmigrantes a la frontera sur, han advertido los republicanos.
"Joe Biden, Kamala Harris y (Alejandro) Mayorkas deberían enfrentarse a un juicio político por no cumplir con sus funciones y alta traición a EEUU", dijo el 29 de septiembre en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS la abogada especialista en temas migratorios, María Herrera Mellado, al considerar el efecto de la crisis migratoria provocada por la administración Biden "no tiene vuelta atrás".
Ni las boyas, ni cercas, ni alambres de púas, ni la amenaza de deportación bajo el Título 8 han logrado disuadir a los inmigrantes de ingresar de manera ilegal al país. Este sábado más de mil personas, la mayoría de origen venezolano, se encontraban varadas en el norte y sur de México, cuando intentaban llegar a la frontera sur de EEUU.
La migración venezolana ha sido la que ha presentado un mayor incremento durante el gobierno de Biden. Desde que asumió la Casa Blanca, ha recibido a 502.652 ciudadanos que llegan huyendo de la dictadura de Nicolás Maduro.
En la últimas semanas se han viralizado videos en los que se observan a inmigrantes venezolanos cruzando los puntos fronterizos donde han colocado alambres de púas, que algunos funcionarios han ido retirando, pese a que un tribunal de apelaciones suspendió el fallo emitido por el tribunal federal de Austin que ordenaba su remoción.
Sin embargo, un funcionario aclaró que EEUU continuará expulsando a quienes crucen de manera ilegal al país.
"Hemos fortalecido las consecuencias para las personas que cruzan de manera ilegal y estamos repatriando un número récord de personas desde el 12 de mayo a sus países y a México. Esto seguirá siendo cierto independientemente de lo que pase en el Congreso", resaltó el funcionario a AFP.
A través de X, el CBP agregó que los inmigrantes venezolanos, y de otras nacionalidades, que ingresen al territorio americano ilegalmente estarán siendo devueltos a México, colapsado también por la ola migratoria.
"CBP continúa haciendo cumplir las leyes de inmigración estadounidenses. Las personas sin una base legal para permanecer en los EEUU enfrentarán consecuencias, incluida la expulsión", enfatizó.
@ebritop22
FUENTE: Con información de AFP / AP / Redacción Diario Las Américas / CBP / DNS
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