“El éxito sin honor es el mayor de los fracasos”, es la frase del director técnico español Vicente del Bosque que rige la entrada del Restaurante-bar Real Café (sede de la peña oficial del Real Madrid). Una máxima, del “bigotón” tan cerca del fútbol como de la vida. Fundado el 12 de septiembre del 2014; el local se viste de referencias alegóricas a su concepto, desde los cuadros, recortes de periódicos y revistas, camisetas firmadas, la barra, las ofertas hasta por las reuniones esporádicas, discusiones y debates. Es como traer un pedacito de Madrid hasta Westchester. No se ha vivido un partido de La Liga en Miami si no se vive en este lugar, porque aquí se reúnen los fanáticos y también los detractores del equipo merengue a gozar sus triunfos y a lamer las heridas de las derrotas.
Yandy Rodríguez, lleva los hilos del negocio: “He logrado hacer realidad un sueño, soy amante de la historia del club, y un ferviente seguidor de su presente. Ofrecer este espacio es un orgullo perenne. No solo por la pasión sino por la cantidad de amigos que forjan en el camino. Las personas dejan de ser clientes para convertirse en familia, de eso se trata. De crear lazos y sentirlos a plenitud. Es emocionante cuando “la casa” se llena de blanco (color alegórico)”.
¿No te preocupa que no acudan los seguidores de otros equipos como el Barcelona? “De hecho tienen las puertas abiertas, esta es una rivalidad que se basa en el respeto. Es odiarse cuando están los onces en el terreno, polemizar en los análisis y compartir luego una copa o una cerveza como amigos”.
La peña es reconocida por el Real Madrid, y tiene la aprobación de su presidente Florentino Pérez. A su inauguración acudieron funcionarios del Consulado de España, los miembros cuentan con todos los privilegios, pueden ingresar gratuitamente al museo del estadio Santiago Bernabéu, y tienen descuentos en los precios de entrada a los partidos como también acceso a la ciudad deportiva donde realiza sus prácticas el conjunto, en Valdebebas. De la mano de José Alvarez, conocido como “el capi” el grupo ancló sus banderas para convertir cada juego en una verdadera fiesta deportiva.
Del alarido que impulsan los goles y las atajadas, el Real Café trasmuta para convertirse en las noches de fin de semana en uno de los espacios culturales de referencia en el sur de la Florida. Por su escenario desfilan importantes exponentes de la música y el humor. Uno recuerda la intimidad de los “teatricos” como define Joaquín Sabina los bares y plazas perqueños donde el artista logra una comunión con el público presente.
Pero como en todo, el COVID-19, representó un duro golpe para la vida tal cual la conocíamos. En esos meses el ruido se volvió silencio: “Fue muy duro para nosotros, eso no es un secreto, meses de pagar alquiler sin ingresar nada, enviar a los trabajadores a sus casas, recluirse. Yo veía el local y era como estar viviendo una película. La desolación, las sillas vacías. Pero nunca perdimos la esperanza. Contaba los días y las horas para abrir las puertas. Fuimos de los primeros en hacerlo cuando se pudo, readaptándonos a la nueva realidad, distanciamiento, medidas sanitarias, horas del tqoeue de queda. Recuerdo que iniciamos con un concierto de Amaury Gutiérrez que tambien estaba loco por cantar. Poco a poco, el mundo, ha salido adelante y en ese sentido vamos apostando todas las iniciativas”, dice Yandy (Todos lo conocen por su nombre). “Esta es la casa de todos, pero sobre todo de los madridistas de corazón”.
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“Esta es la casa de todos, pero sobre todo de los madridistas de corazón”.
Real Café
“En la vida uno tiene que reinventarse, saber superar los obstáculos, como dice precisamente una frase vinculada al Real Madrid: "Si luchamos, podemos perder; si no lo hacemos, estamos perdidos", el COVID no pudo con la pasión por el fútbol, ni con el arte, ni con el deporte. Mostrando humildad y respeto, tienes que luchar por alcanzar tus metas”.
El Real Café, puso en marcha una oferta de almuerzo ejecutivo, para contrarrestar los efectos negativos de las restricciones de aforo de personas y que se mantiene a pesar del levantamiento de las medidas restrictivas. El sitio, ademas se ha convertido en un lugar de reunión para periodistas deportivos, sobre todo los viernes en la tarde. Donde no solo es el reencuentro de amigos sino para compartir opiniones, pronósticos y analizar actuaciones. Porque el Real Café no solo es el más universal sino un foro de los amantes de todos los deportes.
“Venir aquí es respirar ese ambiente de fraternidad y rivalidad, muchos colegas lo tenemos como punto fijo de nuestros encuentros”, relata Yordano Carmona, miembro de la Asociación Americana de Escritores de Baseball, “Eduardo “El Vikingo” Martell, una de las voces en español de los Miami Dolphins, Jorge Ebro, de El Nuevo Herald, José Antonio Nápoles, de los Marlins, Yusseff Díaz de Pelota Cubana Usa, somos una cofradía”, ríe Carmona.
“Este lugar es parte de mi vida, le pongo todo el corazón, ese es el secreto”, se apresura en decir Yandy.
En la cocina se mantiene un menú de marcada influencia española, al igual que la carta de vinos y hasta la cerveza es ibérica. “Hacemos todo lo posible por mantener la identidad”.
“Ese es mi consejo para los pequeños empresarios, si no amas lo que haces, dedícate a otra cosa, tenemos que poner siempre el extra para salir adelante, como seres humanos. La vida va a mandarte retos, escollos para que desistas, es tu responsabilidad saber lidiar con ellos, no abandonar, enfocarte. Nada se logra de la noche a la mañana. Ve, levántate y haz tu parte”.
“De nada vale decir, este es mi negocio y esperar a que caigan las cosas del cielo, lleva noches de imsomnio, cuentas negativas, búsqueda constante. No llevo la cuenta de las veces que he tenido que sacrificar tiempo con mi familia para resolver algún inconveniente, gracias a Dios ellos me apoyan cien por ciento, mis hijos pequeños han crecido en este ambiente, rodeado de estas personas, de estos amigos es como si tuvieran mil tíos, espero que cuando crezcan sean fanáticos al Real”, dice Yandy. “Las personas agradecen esa fidelidad, y yo agradezco la fidelidad de las personas”
En la parte más oscura de la pandemia, el grupo La Oreja De Van Gogh, popularizó una cancion que rezaba: “Volveremos a juntarnos, volveremos a brindar, un café queda pendiente en nuestro bar. Romperemos ese metro de distancia entre tú y yo. Ya no habrá una pantalla entre los dos”, y ese día anhelado, poco a poco, se ha ido forjando en el quehacer y la rutina. Ese es el sentimiento de los trabajadores del Real Café, del paro, la recuperación a retomar la esencia del proyecto con ímpetu y compromiso.
Sin embargo, ya sea en el bullicio del triunfo o en el lapidario silencio de la derrota de los merengues, Yandy, está convencido de que mantener el negocio es, de por sí, la mayor de las victorias. “Es sencillo, el restaurante es una especie de tributo: el Madrid no tuvo infancia, nació grande...”, esta es nuestra manera de decir gracias, por tantas alegrías