MIAMI.- Una madre presentó una demanda contra la granja lechera Keely Farms Dairy de New Smyrna Beach, en la costa este central de Florida, tras sufrir la pérdida de su bebé no nacido por consumo de leche cruda.
Una madre de Seminole County, que perdió a su feto de 20 semanas y cuyo hijo de dos años enfermó gravemente, demandó a la granja Keely Farms Dairy
MIAMI.- Una madre presentó una demanda contra la granja lechera Keely Farms Dairy de New Smyrna Beach, en la costa este central de Florida, tras sufrir la pérdida de su bebé no nacido por consumo de leche cruda.
De acuerdo con la querella, el trágico desenlace ocurrió después de que la mujer y otro hijo de dos años consumieran leche cruda que, según autoridades sanitarias, estaba contaminada con las bacterias Campylobacter y E. coli.
El incidente se enmarca en un brote que ha afectado al menos a 21 personas en el estado desde enero de 2025. La demanda se presentó en el condado de Seminole, donde reside la afectada, identificada como Rachel Maddox.
Maddox, con 20 semanas de embarazo, aseguró haber adquirido leche cruda de Keely Farms en una tienda de productos orgánicos en Longwood.
A pesar de que la etiqueta del producto indicaba "no apto para consumo humano", la demandante alega que un empleado de la tienda le aseguró que la advertencia era solo un “requisito técnico” y que el producto era “seguro” para beber.
El 8 de junio, su hijo de dos años consumió la leche y enfermó gravemente, con síntomas como diarrea, vómitos y fiebre, lo que requirió tres hospitalizaciones y una cirugía de emergencia.
Mientras cuidaba a su hijo, Maddox contrajo la infección bacteriana, lo que le provocó un cuadro de septicemia. Diez días después, la madre perdió a su bebé en gestación y fue hospitalizada en estado grave durante varias semanas.
El brote bacteriano en Florida incluye a seis niños menores de 10 años. Siete de los afectados necesitaron hospitalización y dos sufrieron complicaciones severas, según reportes de las autoridades sanitarias.
En Florida, la venta de leche cruda para consumo humano es ilegal. Sin embargo, la ley permite su comercialización si se etiqueta como alimento para animales, una práctica que, según expertos, crea un peligroso vacío legal.
La demanda argumenta que el etiquetado de Keely Farms era “engañoso” y que el personal de la tienda minimizó los riesgos asociados al consumo.
Autoridades como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) advierten que la leche cruda puede contener bacterias peligrosas como Listeria, Salmonella, E. coli y Campylobacter.
La pasteurización es el proceso que elimina estos patógenos. El consumo de productos no pasteurizados representa un riesgo elevado para niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios debilitados.
El Departamento de Salud de Florida ha advertido sobre los peligros del consumo de leche cruda. No obstante, el cirujano general del estado, Dr. Joseph Ladapo, defendió la "libertad de elegir" de los consumidores, siempre que conozcan los riesgos.
Por su parte, Keely Farms Dairy ha negado haber sido notificada formalmente de una investigación y sostuvo que su producto se destina “exclusivamente para animales”.
La demanda, representada por el bufete especializado en intoxicaciones alimentarias Ron Simon & Associates, busca una compensación por los daños sufridos y sentar un precedente para reforzar la regulación.