MIAMI.- La reciente aprobación por parte de la Comisión de Miami-Dade de 175 millones de dólares para la adquisición de 100 modernos autobuses eléctricos, la mayoría de los cuales brindará servicio en el Corredor Sur, podría eliminar el último gran obstáculo para la concreción del primero de los seis grandes proyectos del Programa de Tránsito Rápido del Área Estratégica de Miami, más conocido como SMART Program. Sin embargo, el gran desembolso ligado al contrato resulta polémico para algunas voces locales.
Concretamente, el pasado 17 de enero, la Comisión dio luz verde en reunión ordinaria a la adjudicación de un contrato por 175 millones de dólares a la compañía New Flyer of America Inc, el mayor fabricante de autobuses de EEUU y Canadá. El único voto en contra fue el del comisionado Kionne L McGee, que siempre apostó por el tren.
Según el contrato que recibió el visto bueno de Citizen´s Independent Transportation Trust, New Flyer fabricará 100 autobuses eléctricos, proveerá 50 cargadores para la terminal, dos sistemas de carga en ruta, piezas de repuesto y cursos de capacitación para el personal que atenderá este moderno medio de transporte.
El primer ómnibus piloto se entregará en octubre de 2023 para que se le hagan las pruebas pertinentes. A este se le unirán otros dos que se probarán hasta 150 días antes de ordenar la producción masiva. A partir de julio de 2024, el condado recibirá dos autobuses por semana, hasta completar las 100 unidades en julio de 2025.
La polémica
A pesar de votar en favor del contrato, algunos comisionados se quejaron ante los medios de que no habían recibido la información sobre el incendio de uno de los autobuses eléctricos fabricado por New Flyer el pasado 23 de julio en Hamden, Connecticut.
Según el reporte preliminar de la investigación en curso, el autobús siniestrado, cuyo costo superó los 900.000 dólares, tuvo un fallo que no le permitía cargar las baterías ni funcionar, y se incendió espontáneamente estacionado en las instalaciones de mantenimiento a la espera de supervisión del fabricante. Los bomberos no pudieron extinguir el fuego y optaron por dejar que se consumiera totalmente, de manera controlada.
Mientras dure la investigación, como medida de precaución, CTransit, la empresa de Connecticut que opera 12 autobuses eléctricos de 40 pies fabricados por New Flyer, ha puesto fuera de servicio el resto de la flota.
Es lógico pensar que después de la experiencia del condado con la empresa de criptomonedas FTX, cuya bancarrota puso en riesgo el Plan de Paz y Prosperidad impulsado por la alcaldesa Levine Cava, los contratos de Miami-Dade se miren con lupa y recelo.
Mike Hernández, de la consultora LSN Partners, en calidad de vocero de la compañía New Flyer, conversó con DIARIO LAS AMÉRICAS y compartió una carta donde se explica el incidente y todo el proceso de licitación que durante tres años pasó la compañía para lograr el contrato frente a BYD Coach and Bus, LLC, la otra empresa interesada en el contrato que fue rechazada.
Según la misiva dirigida a la alcaldesa Daniella Levine Cava, el incendio está siendo investigado por expertos de distintas agencias estatales y federales, además, “New Flyer está trabajando en estrecha colaboración con CTtransit y el Departamento de Transporte de Connecticut para investigar este evento, altamente inusual”.
También destaca que “New Flyer ha entregado más de 500 vehículos eléctricos de batería -por todo el país- que completaron -sin incidencias- 13 millones de millas de servicio”.
Juan Mendieta, vocero del Departamento de Transporte y Obras Públicas de Miami-Dade, dijo en un programa de Actualidad Radio de la emisora 1040 que cualquier tipo de autobús puede incendiarse. Aseguró que “los autobuses del contrato van a pasar por una revisión general. Antes de recibirlos, nuestros ingenieros van a la fábrica y estarán presentes observando el proceso de fabricación. Después los autobuses se llevan a Pensilvania donde se someten a un proceso de pruebas muy riguroso en condiciones reales para asegurar que están operando correctamente”.
Mendieta aclaró que el modelo siniestrado no es el mismo que va a adquirir el Condado. Además, sostuvo que en Miami-Dade ya están usando autobuses eléctricos fabricados por la compañía Proterra.
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Imagen del autobús eléctrico fabricado por New Flyer.
New Flyer
El costo
La otra parte de la polémica es el precio de cada autobús. Un ómnibus de combustible cuesta alrededor de 500.000 dólares y se puede utilizar sin necesidad de construir una infraestructura especial para su explotación. Mientras que el precio de estos autobuses eléctricos supera los 1.7 millones por unidad. Habría que analizar si la explotación durante la vida útil de un autobús de diésel, incluyendo el gasto de combustible y mantenimiento, justifica pagar estos 1.2 millones de más por cada ómnibus.
Un estudio de la universidad de Columbia, realizado para analizar el transporte de Nueva York, concluyó que el costo durante toda la vida útil de un autobús diésel -unos 12 años-, cuyo precio fuera 500.000 dólares, es alrededor de 1.4 millones. Es decir, 300.000 dólares por debajo de lo que pagará el Condado por cada vehículo. Esa diferencia en el gasto podría ser aún mayor, si se incluye el mantenimiento y el costo de la electricidad que consumirá en 12 años este autobús eléctrico.
El medioambiente
“El gasto es un poco más alto de lo que me hubiera gustado, pero son ‘guaguas’ eléctricas. Es lo que deseaba la alcaldesa para proteger el medioambiente. Yo considero que debíamos tener una combinación de autobuses eléctricos y tradicionales -de combustión- indicó el comisionado René García, quien dijo que su equipo sí había contactado a la compaña New Flyers para conocer los pormenores del contrato. “Ellos han vendido buses por todo el país y no han tenido ningún problema”.
Subvenciones
En principio, la compra de estos autobuses se realizará con fondos subvencionados. Miami-Dade ya cuenta con 56 millones de dólares para este año fiscal. Unos 18 millones adjudicados por el gobierno federal y otros 38 millones procedentes del gobierno estatal. Según el contrato, el Condado pagará en la medida que reciba cada autobús. No debe producirse un gran desembolso local porque Miami-Dade tiene planificado cada año solicitar subvenciones federales y estatales para cubrir el costo total de la adquisición de los autobuses. Pero, no existe ninguna garantía al cien por cien, que reciba las subvenciones, explicó el comisionado García.
Por otra parte, existen diferentes programas a nivel federal que le otorgan créditos fiscales a los condados, ciudades y empresas privadas que apuestan por las llamadas energías limpias. Según García, Miami-Dade también podrá beneficiarse de esos programas.
El cálculo ecológico
Si el condado hubiera apostado por adquirir vehículos diésel, tendría más difícil el acceso a muchos de los programas creados para estimular la conversión a las energías limpias. Aunque el desembolso a priori de 175 millones de dólares parezca disparatado, frente a los 50 millones de dólares que costaría una flota similar de autobuses diésel, la realidad es que los ómnibus tradicionales el Condado tendría que pagarlos de forma íntegra y encima el correspondiente gasto de combustible para operar dicha flota.
En este cálculo no puede faltar el daño medioambiental que produce tener en marcha 100 autobuses de combustión interna que, según los científicos, cada uno durante su vida útil, supera en 800 toneladas las emisiones de CO2 que producen los ómnibus eléctricos.
“Si algo pasa a nivel estatal o federal y no se reciben estos fondos, entonces el Condado se verá obligado a utilizar el dinero del contribuyente local para pagar los autobuses ecológicos”, precisó García.
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