[email protected]
@JesusHdezHquez
[email protected]
@JesusHdezHquez
MIAMI.- Entre las múltiples tareas internacionales que afronta el nuevo gobierno de Estados Unidos destacan las relaciones con Israel y cómo las maniobras diplomáticas de la Casa Blanca pudieran afectar los nexos históricos entre ambas naciones, al mismo tiempo que complace los deseos de las Naciones Unidas.
Hace apenas un par de días, el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, habló con su homólogo israelí, el ministro de Relaciones Exteriores, Gabi Ashkenazi, lo que significa el contacto de más alto nivel hasta ahora entre Israel y la nueva administración estadounidense.
Ambos hablaron sobre "expandir el círculo de paz, abordar la amenaza iraní y otros temas", según señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.
Más tarde, el Departamento de Estado confirmó que ambos funcionarios hablaron también sobre el éxito del llamado Acuerdo Abrahams, que hizo posible la normalización relaciones de Israel con los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Sudán y Marruecos”, bajo el mandato de Donald Trump.
Días antes, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, conversó con el consejero israelí, Meir ben Shabbat, sobre el “compromiso inquebrantable con la seguridad de Israel” del nuevo presidente, Joe Biden,
Sullivan también confirmó que EEUU mantendrá “un diálogo estratégico con el objetivo de proseguir sustanciosas conversaciones” y que “la Casa Blanca consultará de cerca con Israel todos los asuntos de seguridad regional”.
Teniendo en cuenta estas conversaciones, se entiende que EEUU abordará con Israel asuntos pendientes de suma importancia, como el anunciado deseo de ‘reiniciar’ las conversaciones sobre el acuerdo nuclear con Irán y el también recién divulgado ‘restablecimiento de relaciones’ con la Autoridad Palestina.
Irán
En efecto, Biden indicó durante su campaña electoral que pretende reincorporar el país al acuerdo nuclear con Irán, Europa, China y Rusia de 2015, aunque primero “buscará la forma de reescribir ciertos términos del tratado”, con lo que dio a entender que no estaba de acuerdo con ciertas disposiciones que firmó su antiguo jefe, el entonces presidente Barack Obama.
No obstante, el jefe militar de Israel pidió a Biden que no se reincorpore al acuerdo nuclear con Irán, aunque se endurezcan los términos del tratado.
Los comentarios realizados por el teniente general Aviv Kohabi se produjeron en momentos en los que tanto Israel como Irán tratan de poner presión sobre Biden, antes de que haga público su plan acerca del programa nuclear iraní.
“Además del peligro constante del terrorismo, Israel vive bajo constante amenaza de agresión por parte de Irán, y si Teherán llega a poseer ojivas nucleares representaría un grave peligro para la existencia de la nación hebrea e incluso sus vecinos”, comentó Charlie Anderson, profesor de ciencias políticas de George Washington University.
Según afirmó el medio noticioso Axios, en las cercanías de la capital estadounidense, un alto funcionario del Gobierno israelí aseguró que el primer ministro Benjamin Netanyahu no quiere establecer una disputa inmediata sobre Irán y, en cambio, espera iniciar un diálogo sobre el tema con la nueva administración estadounidense.
“Aún recordamos el famoso discurso que Netanyahu pronunció ante el Congreso de Estados Unidos en 2015, cuando criticó abiertamente el acuerdo con Irán”, rememoró el profesor.
“Netanyahu anticipó que el acuerdo con Irán sería en vano, porque Teherán no cumpliría, y así ha sucedido”, subrayó.
Cinco años después las tensiones en el Medio Oriente siguen tensas, después de que Irán volvió a violar el acuerdo internacional con nuevas pruebas nucleares, lo que provocó alarma en Israel y también reprimendas de países europeos.
Estados Unidos volvió a volar un bombardero B-52 sobre muy cerca de la costa iraní el Medio Oriente, luego de que la administración anterior hiciera lo mismo poco antes de que Biden asumiera el cargo.
“Un Irán nuclear es un peligro para el mundo, para la región y es un desafío para la seguridad de Israel. Por supuesto, Israel debe estar preparado para defenderse de cualquier forma, pero las líneas rojas se trazan en habitaciones cerradas”, señaló el ministro israelí de Defensa, Benny Gantz, con lo que dio a entender que el paso a seguir no sería anunciado.
Palestina
Y cuando nadie lo esperaba, al menos no tan pronto, el Gobierno de Biden anunció la restauración de las relaciones con la Autoridad Palestina y la reanudación de la ayuda a los refugiados palestinos.
El embajador interino ante la ONU, Richard Mills, hizo el anuncio en una reunión de alto nivel del Consejo de Seguridad. Para Biden, dijo, “esta sigue siendo la mejor manera de asegurar el futuro de Israel como estado democrático y judío y a la vez sostener las legítimas aspiraciones palestinas de un estado propio y una vida con dignidad y seguridad”.
El embajador Mills señaló que “bajo la nueva administración, la política de Estados Unidos será respaldar una solución de dos estados mutuamente acordada, una solución en la que Israel viva en paz y seguridad junto a un estado palestino viable”.
En abril del año pasado, Biden, entonces inmerso en las primarias del Partido Demócrata, adelantó que tenía intención de mantener la embajada de Estados Unidos en Israel en la ciudad de Jerusalén si ganaba las elecciones en noviembre. Entonces, Biden también dijo que abriría un consulado en Jerusalén Este, de población mayoritariamente palestina, para avanzar en la llamada solución de dos Estados.
Este mes, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, anunció que volvería a convocar elecciones tras 15 años de espera, lo que se percibe en parte como un intento de ganarse la aprobación de Biden.