miércoles 12  de  noviembre 2025
Historia

¿Por qué Rusia quiere reconquistar a Ucrania?

El este de Ucrania cayó primero bajo el dominio ruso, antes que el oeste. Por eso, los lazos de simpatías y líneas de pensamiento prorrusos son mayores en esa región del país
Diario las Américas | YOANDY CASTAÑEDA LORENZO
Por YOANDY CASTAÑEDA LORENZO

La invasión de Rusia en Ucrania deja imágenes escalofriantes: muertes, dolor, destrucción, desesperanza e incertidumbre. Vladimir Putin enarboló, en su momento, discursos nacionalistas con alegorías a lo que llamó “desnazificación” y la seguridad de inmenso país. Pero para comprender, indagar y hurgar en las verdaderas razones del brutal operativo quizás sea necesario remontarse a la historia y comprender la herencia común entre ambos territorios.

La asediada Kiev, la capital de Ucrania, fue en su momento, el centro del primer Estado eslavo, la Rus de Kiev, lugar de nacimiento tanto de Ucrania como de Rusia.

Acorde a numerosos historiadores, en el año 988, “Vladimir I, príncipe de Novgorod y gran príncipe de Kiev, aceptó la fe cristiana ortodoxa y fue bautizado en Quersoneso”, en Crimea.

Ucrania ha sido víctima de la fragmentación sostenida por diversas potencias expansionistas: en el siglo XIII, la Rus de Kiev fue conquistada por los mongoles del este. En el s. XVI, los ejércitos de Polonia y Lituania la invadieron desde el oeste. Después fue ocupada por el imperio ruso zarista y más tarde sufrió un trauma mayúsculo en el siglo XX, después de la revolución de 1917, al ser uno de los muchos países que se vieron arrastrados a una sanguinaria guerra civil antes de ser completamente ocupada por la entonces poderosa Unión Soviética en 1922.

En los años 1930, la campaña de colectivización de granjas impulsada por el dictador Joseph Stalin produjo una hambruna. Conocido como el Holodomor” en este período, según estima el historiador Timothy Snyder de la Universidad de Yale, unos 3,3 millones de ucranianos murieron de inanición. Otros estudiosos hasta triplican esa cifra.

Los ucranianos, y otros 15 países, consideran el Holodomor un genocidio. Stalin decidió castigar y presionar al campesinado ucraniano, que se resistía a ceder las tierras agrícolas al control del estado como exigían las políticas del comunismo. Tantas fueron las muertes que se tuvo que importar una gran cantidad de rusos y otros ciudadanos soviéticos para repoblar a Ucrania. Todos estos procesos han creado, poco a poco, abismos de convivencia y tolerancia, incluso desde el punto de vista geográfico.

El este de Ucrania cayó primero bajo el dominio ruso, antes que el oeste. Por eso, los lazos de simpatías y líneas de pensamiento prorrusos son mayores en esa región del país.

“Tras la muerte del dictador soviético [Joseph] Stalin, Nikita Jrushchov asumió la jefatura y ayudó a desarrollar el territorio ucraniano, le cedió la pequeña península de Crimea y convirtió a Ucrania en maquinaria industrial, militar y tecnológica para la Unión Soviética” dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS el profesor de Derecho de la Universidad de Lleida, en España, Ferran Espaser.

Tras la caída del simbólico muro de Berlín y el posterior colapso de la Unión Soviética en 1991, Ucrania se convirtió en nación independiente. La unificación resultó ser una tarea ardua y difícil.

En 2013, el entonces presidente ucraniano Viktor Yanukovych, encabezaba un gobierno prorruso y cedió a las presiones de Putin y negó la firma de un pacto para acercar el país a la Unión Europea, algo que era un deseo popular. La decisión del presidente provocó protestas multitudinarias. Tras meses presiones internas, en 2014 Yanukovych huyó a Rusia y fue depuesto.

Rusia tomó represalias apoderándose de Crimea y desencadenando la rebelión, otra vez, en el este de Ucrania, alimentándose de separatistas con el apoyo de Moscú. En el conflicto se calculan alrededor de 14.000 muertos.

Justo en medio de las tensiones, algunas milicias ucranianas comenzaron a actuar para repeler a las agresiones. Grupos como Pravy Sektor o el Batallón Azov, han sido centros de las acusaciones del Kremlin como fascistas y es la bandera, de hecho, que ha enarbolado Putin como justificación de la invasión.

Pero el propio presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, de ascendencia judía y cuyos tíos abuelos y otros miembros de la familia fueron asesinados durante el Holocausto dijo: "A ustedes (los rusos) se les dice que somos nazis. Pero ¿puede un pueblo que dio más de ocho millones de vidas por la victoria sobre el nazismo apoyar eso? ¿Cómo puedo ser nazi? Explíquele eso a mi abuelo, que pasó por la guerra en infantería en el Ejército soviético y murió como coronel en la Ucrania independiente".

Historiadores, analistas y expertos en inteligencia lo confirman: Rusia trata de “recuperar” los territorios que pueda de su antiguo Imperio, que cesó en 1917 pero continuó con la creación y la existencia de la Unión Soviética hasta 1991.

“La escalada de tensión en el este de Europa acaba de entrar en otra peligrosa coyuntura que recuerda el comienzo de la Segunda Guerra Mundial”, señaló Espaser e insistió en que las razones dadas por el gobernante ruso, Vladimir Putin, sobre sentirse acechado por el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y su deseo de apoyar las fuerzas prorrusas en Ucrania “son justificaciones” y que el verdadero deseo es “recuperar territorios que cree le pertenecen”.

Ucrania es hoy el segundo país europeo con mayor extensión territorial, solo superado por la propia Rusia. “Recordemos que la inmigración rusa hacia Ucrania ha sido latente por varios siglos. Sobre todo, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los rusos huían al sur”, evocó el académico.

“De Ucrania salió el dictador soviético, Leonid Brézhnev. Ahora entendemos que Rusia nunca ha dejado de ser imperial y porqué Ucrania es tan importante para ella”, concluyó.

En conversación con DIARIO LAS AMERICAS, el coronel de Fuerzas Especiales del Ejército de EEUU; Arthur Garffer, estratega militar y experto en seguridad nacional asegura que “los EEUU y sus aliados nunca entendieron la política rusa del near abroad (política exterior rusa basada en el intervencionismo, desde el ascenso de Putin al poder). Ucrania buscaba formar parte de la Unión Europea y la OTAN. Aquí es donde Putin tiene un problema, aunque en el 2014 mandó un mensaje claro cuando tropas rusas y simpatizantes ucranios invadieron la región de Donbás y anexaron a Crimea. Putin calculó en aquel entonces que los EEUU y la Unión Europea habrían entendido la seriedad de la política en Rusia y no continuarían con acercamientos políticos, económicos o militares con Ucrania, pero éstos tomaron esta oportunidad para acelerar y aumentar las relaciones con Kiev extendiendo preferencias económicas, relaciones diplomáticas abarcadoras y de acceso a una multitud de equipos y tecnología militar.

Por eso hoy, el Kremlin busca garantías de que la OTAN no se expandirá militarmente a Ucrania como lo ha hecho en Polonia, los países bálticos, Rumania, Hungría etc. A la vez busca que los EEUU no despliegue armamento militar con capacidad de alcanzar a Rusia en países de la OTAN que están dentro de la burbuja de este near abroad.

Estas rencillas históricas minan el camino de la autodeterminación de los pueblos y una humanidad que vive en vilo ante el peligro de una tercera guerra nuclear.

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