Desde el pasado Campeonato Mundial de Fútbol de Rusia 2018 hasta la actualidad, la selección albiceleste vive sumida en polémicas. Condicionadas por unas ansias desesperadas de ubicarse en la élite futbolística como, según su hinchada, merece el once sudamericano.
Una desesperación que atrapa a todos, como evidenció la disputa entre César Luis Menotti y Oscar Ruggeri; el primero D.T. de la selección que ganó el Mundial en 1978 y, el segundo, defensa del equipo ganador en 1986. Menotti, actual director de selecciones de la Asociación Argentina de Fútbol (AFA), aseguró que, no le importaban para nada las críticas de Ruggeri, columnista de Fox Sports, pues su peso era solo el de un periodista. “El Cabezón”, ripostó calificando al técnico como un vago, que ni siquiera había acompañado a Lionel Scaloni a la Copa América.
Mientras, cualquier atisbo se percibe como un antes y un después en el futuro de la selección. Así lo imaginaron algunos en el inicio del partido entre Argentina y Venezuela de cuartos de final de esta Copa América, cuando Lio Messi se desbordó entonando el himno nacional de su país: algo que no es habitual en el jugador. El crack asegura que, tararearlo para sus adentros, es un modo de contraponerse a quienes se deshacen en críticas cuando viste la camiseta argentina.
Al juego llegaron con el precedente de una derrota 3-1 en un partido amistoso que jugaron con Venezuela el pasado mes de marzo en Madrid, España.
La formación venezolana estuvo a la defensiva durante los primeros minutos. Primero llegó Sergio “El Kun” Agüero, estrellando el balón en las manos del arquero de La Vinotinto Wielker Fariñez. Fue el propio delantero del Manchester City, quien lanzó un remate cruzado que fue desviado de taco por Lautaro Martínez para marcar el 1-0.
El jugador dijo, que saldrían a la cancha en busca de la grandeza del fútbol de su país y no presionados por sus hinchas. Este joven, que juega con la precisión de un gran maestro de ajedrez, deviene el goleador de la era Scaloni con 6 en 10 partidos, siendo imprescindible en la selección Argentina desde el Mundial de Rusia 2018. Allí fue excluido por el técnico Jorge Sampaoli, una posición que critiqué en un artículo publicado en DIARIO LAS AMÉRICAS en aquel momento (Ver: ¿Algo de luz al apagón mundialista?).
El juego de los argentinos mermó después del primer gol. Aun cuando parecía que podían terminar el primer tiempo con una ventaja de dos. Las intervenciones del árbitro Wilmar Roldán frenaron el juego, restándole dinamismo con tarjetas amarillas que, por momentos, parecían innecesarias.
En el segundo tiempo, la entrada de Soteldo en la cancha de los venezolanos imprimió fuerza a su equipo y presionó a los de la albiceleste. Una asistencia de Leandro Paredes a Lautaro Martínez, estrellando la pelota en el palo, avizoró un 2-0 que no fue materializado. Junto a Rodrigo de Paul, quien sobresalió en la cancha con un 79% de posesión del balón, ellos evidencian el futuro del fútbol argentino, al anunciar la llegada de una nueva generación de jugadores que comienzan a trascender a los Otamendi, Agüero y hasta a un Messi perdido sobre la cancha, quien con la camiseta de la selección no acaba de brillar.
El gol en el minuto 74 de Giovani Lo Celso selló la victoria Argentina; dejando a Venezuela sin el más mínimo hálito de victoria.
Es digno subrayar, que el planteamiento ofensivo de Scaloni funcionó frente a Venezuela. Pues una posición netamente al ataque, con Lautaro Martínez, Lionel Messi y “El Kun” Agüero, solo fue eficaz en una parte del partido gracias a la magistralidad del juego de De Paul en el centro del campo, un diseño estratégico con bajas probabilidades de éxito frente a la selección de Brasil, a quien se enfrentará Argentina en semifinales este martes 2 de julio.
II.
La selección de Chile fue víctima del tráfico en Sao Paulo, autorizándose a posponer el partido frente a Colombia 20 minutos.
Los chilenos llegaron precedidos por la aureola que les confiere ser los actuales campeones de la Copa América. El equipo cafetero, dirigido por el portugués Carlos Queiroz, apostó por la misma alineación con que obtuvo una victoria convincente 2-0 frente a Argentina en el debut. Cuando en 2001, como esta vez, los colombianos ganaron todos los partidos de la fase de grupos fueron campeones venciendo a México 1-0 en la final. Ambos equipos plantearon un esquema 4-3-3, aunque el D.T. Reinaldo Rueda permitió a James Rodríguez, por momentos, romperlo.
En el primer cuarto del juego un error en la defensa colombiana, unido al remate de Charles Aránguiz, parecía marcar el 1-0 a favor de Chile, pero el árbitro argentino Néstor Pitana, apoyado en el VAR, decretó un fuera de juego que anuló el gol. Es digno subrayar, que el partido tiempo estuvo signado por la magistralidad de Pitana. Siendo certero en sus decisiones, e imponiendo orden sobre la cancha; como al neutralizar la trifulca entre Yerry Mina y Alexis Sánchez o al invalidar, en el minuto 71 del segundo tiempo, el gol de Alexis Sánchez por una mano ofensiva de Guillermo Maripán. Pitana fue quien pitó la final Francia-Croacia en el mundial Rusia 2018.
La ruleta de los penales, al igual que en el partido Brasil-Paraguay, fue la encargada de definir al semifinalista. Si un portero merecía la victoria era David Ospina, quien a solo un juego del centenar vistiendo la camiseta de Colombia, había la estrella sobre la cancha.
Comenzó tirando Colombia: Gol de James Rodríguez; le siguió el chileno Arturo Vidal, anotó (1-1); Edwin Cardona, Gol; Edu Vargas, Gol, 2-2; Juan Guillermo Cuadrado, Gol de Colombia; Erick Antonio Pulgar, Gol, 3-3; Yerry Mina, Gol; Charles Aránguiz, Gol, 4-4; William Tesillo, lo falló por Colombia con un zurdazo totalmente desviado, mientras Alexis Sánchez definió el 4-5 a favor de los chilenos, que vuelven a semifinales de la Copa América.
El jugador dejó a un lado su maldición desde los 12 pasos y vuelve a hacer historia; como cuando anotó el penal que le dio la victoria a los chilenos frente a Argentina en la Copa América 2015.
Chile ahora aguarda por el ganador entre Uruguay-Perú para enfrentarse el miércoles 3 de julio.