¿Qué tiene mi colega, Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras, que no tenga yo? ¿Ah?
El derrocamiento del gobierno forajido de Venezuela tampoco basta. Hay que castigar, en pleno, el acumulado de ilícitos perpetrados en los 25 años más nefandos de la Historia Universal
¿Qué tiene mi colega, Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras, que no tenga yo? ¿Ah?
El emplazamiento lo habría pronunciado el mismísimo beneficiario de la obvia respuesta, en el marco de las llamadas telefónicas entre los emisarios del míster “Donaltrón” y quienes usurpan el Poder en Venezuela.
El cronista suele acudir, palabras más, palabras menos, al siguiente latiguillo: Ningún auditorio, lectoría, colectivo o conjunto de personas, aloja ni un solo asistente, oyente o participante, en general, más antagónico al patán que desgobierna Venezuela que el suscrito cronista.
La acotación, por irrelevante que parezca, toma cuerpo cuando a quien usurpa la Presidencia de Venezuela, hay que hacerle alguna concesión, material o argumental, por nimia que sea, y volvemos a donde comenzamos:
¿Qué pecados, delitos, felonías, atrocidades ha cometido, uno de los referidos sujetos, que no tenga el otro, como para resignarnos al indulto, del primero y rechazar o tratar de frustrar semejante beneficio a favor del segundo?
En relación con el que usurpa la Presidencia de Venezuela, por muy lamentable que nos parezca, rige la presunción de inocencia. Hasta hoy, por lo menos, ningún tribunal competente, ha emitido en su contra, la condena pasada con autoridad de cosa juzgada que pesa contra, Hernández, un narcoconvicto, culpable, según sentencia, firme, ejecutoriada, unánime, de doce respetables integrantes del jurado de EEUU abocado a su caso.
Días atrás, con motivo del posible perdón presidencial a favor de quien no solo ha delinquido, sino que sigue pariendo delitos, cual acure mamá, escribíamos que perdonar a tal felón, con omisión del debido proceso, sería una bofetada a los millones y millones de sus víctimas.
No obstante, el perdón, consummatum est, a favor del expresidente Hernández, como el que se pretende en beneficio del usurpador de la Presidencia de Venezuela, comprenderían, únicamente, los delitos perpetrados en el territorio de EEUU, porque, el míster “Donaltrón” carece, en lo absoluto, de autoridad para conmutar los ilícitos perpetrados fuera de su jurisdicción. Algo es algo. Siempre quedará la posibilidad del severo juzgamiento y castigo de los demás delitos perpetrados por los alegres indultados. Quiere decir, el resto de sus asesinatos en masa, torturas, tratos crueles e inhumanos; privaciones ilegítimas de libertad; tráfico de personas y de sustancias ilícitas; delitos de lesa humanidad, en general, en comandita con organizaciones narcoterroristas, como las FARC, el ELN, el Hezbolá, Al Qaeda, por nombrar unas cuantas.
Los venezolanos, en específico, repudiamos la pretendida aplicación del precedente “Juan Orlando Hernández” en cualquier estado y grado, de las conversaciones, entre el gobierno EEUU y el régimen gamberro de Venezuela. Además del relevo de responsabilidades del felón que ha usurpado nuestra jefatura de Estado, agregaría aberración que a la hipotética indulgencia plenaria, fuesen adheridos sujetos como el Hombre del Mazo Dando; el general Madrino; los llamados, hermanos siniestros o depravados; la ristra de narcogeneralotes celestinos; sin omitir la parentela extendida de quien funge como cabecilla de la mafia imperante.
Los compatriotas de bien nos reservamos, en cualquier caso, el derecho de proceder a la captura de nuestro Alí Babá y sus 40 (mil) ladrones. Donde sea y cuando sea. Al mejor estilo de los caza-nazis que le dieron la vuelta al mundo tras los rastros de los monstruos de aquella época.
El derrocamiento del gobierno forajido de Venezuela tampoco basta. Hay que castigar, en pleno, el acumulado de ilícitos perpetrados en los 25 años más nefandos de la Historia Universal. ¡No hay Justicia Transicional que valga! Los carcamales del crimen organizado, exhibiendo lo mal habido, pública, indefinidamente, con jactancia, tampoco son opción.
@omarestacio
