Corea del Sur es uno de los pocos países en el mundo donde ya se reactivaron los encuentros de fútbol profesional, esto desde luego con las debidas medidas sanitarias para evitar la propagación de coronavirus entre las personas.
Corea del Sur es uno de los pocos países en el mundo donde ya se reactivaron los encuentros de fútbol profesional, esto desde luego con las debidas medidas sanitarias para evitar la propagación de coronavirus entre las personas.
Durante el partido disputado entre Chungnam Asan y Bucheon 1995, correspondiente a la K League 2, la Segunda División del fútbol en el país asiático, si bien los jugadores, cuerpo técnico y árbitros no portaban mascarillas respiratorias, se produjo un hecho anecdótico.
Corría el minuto seis del primer tiempo, cuando Jefferson Baiano, jugador del Bucheon 1995, recibió una dura entrada de un adversario que lo mandó al piso, así que el árbitro Choi Kwang-Ho decretó la falta, pero en el momento en que el jugador le pidió la mano para ayudar a levantarse, el silbante se negó por temor de ser contagiado de coronavirus y en lugar de ello le sonrió e invitó a ponerse de pie, acción que fue captada por las cámaras de televisión que transmitían el duelo.
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Al final, más allá del triunfo del Bucheon 1995 1-0 frente al Chungnam Asan, resultó más trascendente la acción del árbitro.
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