Miami.- IVÁN GONZALEZ ROMERO
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No había manera de escamotearle el premio como Jugador Más Valioso de la Serie Mundial a Madison Bumgarner. Aun si Pablo Sandoval hubiese tenido otro desempeño como el de hace un par de años cuando disparó tres cuadrangulares, o aunque Hunter Pence no hubiese parado de rendir dividendos sin importar su estilo destartalado, hubiese sido una mezquindad histórica negarle el reconocimiento.
Bumgarner tuvo una de las mejores actuaciones de toda la historia entre lanzadores de las Series Mundiales. Si se revisa el desempeño de estrellas como Sandy Koufax, Bob Gibson o Randy Johnson, esa clase de escopeteros intimidantes, que todos quieren tenerlos sobre la lomita en momentos definitorios, hay que poner a este serpentinero de Carolina del Norte a la misma altura.
El zurdo ganó dos partidos, el primero con siete entradas de labor y un blanqueo con labor de nueve entradas en el sexto encuentro. Con dos días de descanso tiró cinco capítulos de relevo, con 68 pitcheos, para acreditarse un salvamento. Terminó la Serie con 291 envíos, 21 episodios de actuación y efectividad de 0.43, con 17 abanicados y un pasaporte.
Pitchers de lujo
Bien vale la pena recordar las salidas de los predecesores de Bumgarner para entender lo que hizo este pitcher de 25 años. En 1968 Bob Gibson, de los Cardenales de San Luis, lanzó tres juegos completos contra los Tigres de Detroit. Ganó el primero de aquella serie, el cuarto con tres días de descanso y el séptimo, nuevamente con tres días. Además, ese día disparó cuadrangular. Quedó con 3-0, 27 entradas, 31 ponches y 1.00 de efectividad.
En 1965, Sandy Koufax estaba en la cumbre y como tal llegó a la Serie Mundial entre Dodgers de Los Angeles y Mellizos de Minnesota. El zurdo decidió no lanzar el primer partido debido a las festividades religiosas, pero se encaramó sobre el morrito en el segundo (donde perdió), el quinto (con tres días de descanso) y el séptimo choque (con dos). Terminó con 2-1, 24 innings, 29 ponches y 0.38 de efectividad.
Pero una de las actuaciones más relevantes estuvo a cargo de Christy Mathewson en la Serie Mundial de 1905, al tirar tres blanqueadas, el primero en el juego inaugural, el segundo con tres días de descanso y el último con dos días, lo que le dio el título a los Gigantes de Nueva York. Mathewson dejó efectividad de 0.00 en 27 innings, con 18 ponchados ante los Atléticos de Filadelfia.
miércoles 15
de
enero 2025