El fútbol siempre ha sido más que un deporte; es identidad, pasión e historia. Sin embargo, también ha sido utilizado como una herramienta de poder para encubrir situaciones políticas y violaciones de derechos humanos. Un reciente video que circula en redes sociales pone en el centro del debate la participación del equipo UCV Universidad Central de Venezuela Fútbol Club en la Copa Libertadores 2025.
El video, que se ha viralizado en plataformas como X (antes Twitter) e Instagram, denuncia que el equipo venezolano UCV FC estaría siendo utilizado como un instrumento para lavar la imagen de personas vinculadas a la represión estatal. La controversia gira en torno a uno de sus jugadores, Alexander Granko, un joven de 16 años cuya presencia en el equipo ha sido ampliamente cuestionada. Según los aficionados, su nivel futbolístico no justifica su participación en un torneo de élite como la Copa Libertadores.
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Lo que genera aún más indignación es la identidad de su padre: Granko Arteaga, un alto mando de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y señalado por organismos internacionales como responsable de torturas y crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
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La normalización de la represión a través del fútbol
El video destaca cómo el fútbol en Venezuela se ha convertido en un medio para blanquear crímenes de Estado. Se menciona que el uniforme del UCV FC incluye un logotipo asociado a la DGCIM, el mismo organismo que ha sido denunciado en múltiples informes internacionales por cometer actos de persecución y tortura.
La CONMEBOL, entidad encargada de regular la Copa Libertadores, se encuentra ahora en el ojo del huracán. Su propio Manual de Clubes 2025 establece en el punto 5.8 que "la exhibición de mensajes políticos antes, durante y después de los partidos está prohibida, a menos que haya una autorización previa". La gran pregunta que surge en redes es: ¿autorizó CONMEBOL la presencia de este símbolo o simplemente ignoró su significado?
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El impacto en la imagen del fútbol sudamericano
Las reacciones de los aficionados han sido inmediatas. En redes sociales, miles de usuarios han comentado en las cuentas oficiales del UCV FC, de la CONMEBOL y de la FIFA exigiendo explicaciones. Muchos han señalado que el fútbol sudamericano no puede permitirse ser cómplice de la normalización de la represión en Venezuela.
El video también menciona el caso de otros futbolistas venezolanos cuyos familiares son víctimas de persecución y tortura, contrastando con la aparente facilidad con la que el hijo de un alto funcionario de la DGCIM ha logrado un puesto en un equipo profesional. Un ejemplo claro es el del central de la selección Vinotinto John Chancellor y su padre. Esto ha llevado a cuestionamientos sobre la verdadera meritocracia en el fútbol venezolano y el peligro de que el deporte sea utilizado como una distracción ante las graves crisis que enfrenta el país.
¿Qué debe hacer la CONMEBOL?
- Lo que se esperaría que una institución grande como la CONMEBOL debería hacer es:
- Investigar si el UCV FC ha sido utilizado como herramienta de propaganda política.
- Revisar la simbología en los uniformes del equipo y su posible conexión con entidades represivas.
- Reconsiderar la sede de los partidos de la Copa Libertadores en Venezuela.
- Exigir transparencia en la selección de jugadores para evitar influencias políticas en los equipos.
Esto tomando en consideración que las reglas de la CONMEBOL están escritas y deberían ser respetadas.