“Ciertamente estamos pensando ahora en la tierra, porque ya tenemos bien bajo control el mar”, declaró Trump en el Despacho Oval ante una pregunta de la prensa, tras justificar las acciones en Venezuela al envío de presos y pacientes mentales venezolanos a EEUU y al flujo de estupefacientes desde el país caribeño.
Exoficiales de inteligencia militar consultados por DIARIO LAS AMÉRICAS consideran que esta nueva escala de presión de Washington es el resultado lógico de un proceso que comenzó cuando el gobierno de Trump designó al Cartel de los Soles —que estaría liderado por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y Vladimir Padrino López— como organización terrorista transnacional.
Esta decisión, aseguran, abrió la puerta legal a operaciones extraterritoriales bajo el amparo del Título 50 del Código de Estados Unidos, que faculta al presidente a autorizar acciones secretas en defensa de la seguridad nacional. “Es la crónica de un evento anunciado”, asegura el coronel retirado del Ejército estadounidense y exoficial de inteligencia, Octavio Pérez.
“Misiones quirúrgicas”
“Ya sabíamos que el telegrama lo habían mandado hace cuatro o cinco semanas, cuando Trump dijo, en la tercera lancha, que se prepararan porque íbamos a atacar en tierra. Ahí dio carta libre al Departamento de Defensa para estos operativos”, explica, al referirse a los ataques previos contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el Caribe.
Hasta este miércoles, 15 de octubre, EEUU ha atacado un total de cinco embarcaciones presuntamente dedicadas al narcotráfico cerca de las costas venezolanas, dejando un saldo de al menos 27 personas —señaladas de “narcoterroristas”— muertas.
Según Pérez, el despliegue actual no implica una invasión convencional, sino una expansión de las llamadas “operaciones especiales”, que incluyen ataques selectivos, sabotaje de rutas de tráfico y posibles “misiones quirúrgicas” de extracción de figuras clave, tanto del régimen como de la oposición, entre ellas la recién galardonada con el Nobel de la Paz, María Corina Machado, en caso de ser necesario.
“Lo que se está previendo son operativos puntuales dentro del país, no una invasión con infantes de marina. Eso no está en los objetivos americanos”, resalta, al mencionar que puede haber acciones con drones MQ-9 Reaper para atacar puntos de tránsito, laboratorios y nodos logísticos de drogas. “Una cosa es destruirla en alta mar; otra, en el puerto; otra, en los centros de distribución”, señala.
La CIA dentro del terreno
Para el comandante retirado de la Marina de EEUU José Adán Gutiérrez, la orden presidencial a la CIA confirma que la Casa Blanca muestra un cambio de "tono" en la dinámica hacia Venezuela. “Ya no se trata de una misión de recopilación de inteligencia (...) Cambia a operaciones explícitas: sabotaje, capturas, coordinación interna”, señala, al resaltar que con esto se “eleva inmensamente la presión sobre Maduro y su círculo, porque no saben quién dentro de su entorno puede estar cooperando con la agencia”.
Gutiérrez coincide con Pérez, al explicar que este tipo de misiones no implican necesariamente la eliminación física de un líder, sino la desarticulación de sus redes de control. “EEUU no asesina. Pero puede facilitar que su misma gente lo entregue. La lealtad que le expresan a Maduro es la lealtad de miedo. Si la CIA logra romper esos lazos, ese es el objetivo real”, precisa el exjefe de Inteligencia Naval para el Hemisferio Occidental.
Considera que la autorización a la CIA debe leerse como un paso dentro de la estrategia de presión coercitiva que busca una salida “voluntaria o inducida” del dictador venezolano. “A Maduro se le está dando la oportunidad de salir. Y si no lo hace, se le está dando la oportunidad a su propia gente de que lo ayude a salir”, sostiene.
Por ello, descarta una invasión total en Venezuela. “Con las fuerzas actuales desplegadas, unas 7.000 tropas en el Caribe, se pueden ejecutar operaciones de apoyo, interdicción o extracción, pero no una invasión como la de Panamá. Esto es presión selectiva, no ocupación”.
Estrategia de desgaste
El comandante retirado Jesús Romero, exoficial de inteligencia estadounidense, coincidió en que la revelación publicada por The New York Times —que detonó la declaración de Trump— responde a dinámicas internas en Washington más que a un error de seguridad.
“El NYT suele filtrar este tipo de información cuando hay tensiones entre agencias o sectores políticos. Más que revelar una sorpresa, busca marcar la narrativa y condicionar el debate público sobre el alcance de las operaciones”, explica, coincidiendo con Gutiérrez, quien agrega que alguien dentro del gobierno estadounidense quería que esa información se diera a conocer.
Romero señala, además, que el hecho de que el presidente confirmara las operaciones de la CIA envía un mensaje ante el Congreso y la comunidad internacional. “Es un mensaje hacia adentro y hacia afuera sobre hasta dónde está dispuesto a llegar la administración Trump frente al régimen de Maduro. Es una señal inequívoca de que Washington dejó atrás la política de contención y pasó a la acción directa, aunque en el plano no declarado”, precisa.
Destaca, igualmente, que la estrategia estadounidense ha sido metódica: primero asegurar los dominios marítimo y aéreo, y luego pasar a operaciones en tierra. “La estrategia de desgaste está funcionando. El Cártel de los Soles paralizado, solo emergido en contrarrestar la presencia norteamericana con un gasto multimillonario para Venezuela. El desgaste mental lleva a cometer errores”, apunta.
Asfixia económica
La reconfiguración del conflicto venezolano bajo la etiqueta de “narcoterrorismo transnacional”, a finales de julio pasado, abrió un nuevo frente en la política exterior estadounidense: legitimar la acción directa fuera de sus fronteras en nombre de la lucha antidrogas.
El objetivo declarado de la administración Trump, de acuerdo con Pérez, sería “estrangular el suministro de droga” y, con ello, debilitar las bases financieras del régimen que, a su juicio, opera en complicidad con organizaciones narcoterroristas como el Cártel de los Soles y el Tren de Aragua.
Si las operaciones logran su propósito estratégico de asfixiar económicamente la red que sostiene al régimen chavista, advierte que sus días estarían “contados”. “Cuando le quitas el poder adquisitivo al régimen, el círculo se cierra y empieza el descontento interno. Ahí puede venir una implosión, una revuelta”, subraya.
El coronel asegura, además, que tanto Maduro, como Diosdado Cabello y Vladimir Padrino López —también líderes del Cártel de los Soles— son “marionetas” de grupos transnacionales del narcotráfico. “Cuando no reciban (ganancias), cambian al individuo, cambian al titular (...) Así que Maduro por ahora es el líder allí, pero si el narcotráfico le queda grande a Maduro, a Diosdado o a Padrino, los sacan del poder”, subraya.
Maduro reacciona
El dictador Maduro llamó a rechazar lo que llamó un eventual "golpe de Estado de la CIA".
"No a la guerra en el Caribe, no a la guerra en Sudamérica, sí a la paz. No al cambio de régimen que nos recuerda tanto a las fallidas guerras eternas de Afganistán, Irán, Irak, Libia (...) No a los golpes de Estado dados por la CIA", dijo Maduro sin mencionar explícitamente la información del New York Times.
Maduro, que se mantiene en el poder a través de fraudes electorales, niega los señalamientos sobre sus presuntos nexos con el narcotráfico y, según él, son una "excusa" para justificar una incursión en Venezuela, que enfrenta la "amenaza militar más letal y extravagante de la historia".
¿Maduro contra las cuerdas?
Las Fuerzas de Tarea Conjunta en el Caribe mantienen en la zona destructores clase Aegis y submarinos equipados con misiles Tomahawk, además de vuelos regulares de bombarderos B-52 en aguas internacionales frente a Venezuela. La demostración de fuerza es también un mensaje psicológico, que deja al régimen sin margen de maniobra.
“El Cártel de los Soles hace daño en varias naciones. Por eso, ahora se tiene la capacidad de atacarlos dondequiera que se los encuentre. ¿Qué respuesta va a dar Maduro si le destruyen una lancha en el Arauca, tierra adentro? ¿Se va a atrever a disparar cuando tiene F-35 que pueden acabar con sus sistemas antiaéreos y con todo el sistema de defensa venezolano? Y 10 de ellos están listos en Puerto Rico, con cruceros Aegis y destructores flotando con más de 140 misiles y Tomahawks”, señala.
“No va a haber retaliación. Si dispara un tiro, pierde el 84% de su fuerza naval en una hora (...) También tienes una fuerza aérea que contra F-35 no dura una hora en el aire, sino que se los destruyen antes de despegar”, agrega.
En este sentido, recalca que el objetivo de Washington siempre será destruir a los carteles de la droga. “Si a consecuencia de eso caen dos o tres peces grandes y hay un cambio en Venezuela, bendito sea. Pero el objetivo son unidades transnacionales operando con otros carteles, como los mexicanos (...) Cuando se termine con esto de Venezuela, será México el próximo que tendrá los barcos en su frontera”, enfatiza Pérez.