La investigación por el supuesto lavado de más de 25.000 millones de pesos vinculados al empresario barranquillero Álex Saab –señalado testaferro del dictador venezolano Nicolás Maduro–, no es solo un proceso abierto en la Fiscalía de Colombia.
La investigación por el supuesto lavado de más de 25.000 millones de pesos vinculados al empresario barranquillero Álex Saab –señalado testaferro del dictador venezolano Nicolás Maduro–, no es solo un proceso abierto en la Fiscalía de Colombia.
Un artículo del diario EL TIEMPO indica que autoridades de Estados Unidos y de Israel también les siguen la pista a varios movimientos financieros ligados a él, que salieron del Banco Central de Venezuela y que, tras pasar por paraísos fiscales y por Panamá terminaron en Asia.
Algunos de esos giros coinciden con desplazamientos de Saab, quien, según estableció EL TIEMPO en exclusiva, registra 132 movimientos migratorios en el 2017, siendo el más fresco una salida por el aeropuerto Ernesto Cortissoz de Barranquilla, con destino final Berlín (Alemania), el 17 de diciembre.
La investigación en Colombia ya le costó la libertad a Robinson Ruiz Guerrero y Devis José Mendoza, contador y revisor fiscal de empresas del grupo Saab en Colombia, que esta madrugada fueron enviados a prisión por enriquecimiento ilícito de particulares, exportación o importación ficticia, lavado de activos, estafa agravada y concierto para delinquir.
Y si bien a los gobiernos de Trump y de Netanyahu les interesa el nexo de Saab con el mandatario venezolano y la millonaria operación de lavado, el motor de la investigación internacional es la supuesta financiación del grupo terrorista Hezbolá.
De hecho, hace tan solo 24 horas, el secretario de Justicia de Estados Unidos, Jeff Sessions, graduó a ese movimiento chií-libanés y a la Mara Salvatrucha 13 como las principales amenazas del crimen trasnacional para ese país. En la lista también aparecen tres carteles del narcotráfico, incluidos el ‘clan del Golfo’.
La piedra angular de la investigación en Colombia es la empresa Shatex, que habría realizado exportaciones ficticias de textiles entre 2011 y 2014, cuando Saab comenzó a incrementar sus negocios con el régimen venezolano. Además de construcción de casas, incursionó en la importación de las llamadas cajas de comida Clap, que distribuyen los Comités Locales de Abastecimiento y Producción.
Para esa empresa trabajaron Guerrero y Mendoza, enviados esta madrugada a prisión.
Pero en el rastreo trasnacional la compañía que está sirviendo de hilo conductor fue abierta en Hong Kong. La firma aparece vinculada a allegados a Saab, quienes aparecen aprobando giros por Panamá y paraísos fiscales a través de otras compañías que al parecer serían ‘fantasma’.
FUENTE: EL TIEMPO