MIAMI. - El Tren de Aragua, organización criminal de origen venezolano, ha tenido una rápida extensión, de acuerdo con registros reportados, por más de seis países. Se trata de un proceso que comenzó entre 2018 y 2019.
El penalista Luis Izquiel y el coronel retirado del ejército de EEUU Octavio Pérez enfatizan que el Tren de Aragua encontró un caldo de cultivo en la migración
MIAMI. - El Tren de Aragua, organización criminal de origen venezolano, ha tenido una rápida extensión, de acuerdo con registros reportados, por más de seis países. Se trata de un proceso que comenzó entre 2018 y 2019.
Es la mega banda criminal más grande de Venezuela y cuyas raíces son carcelarias, señala el abogado penalista Luis Izquiel. “Nació, creció y se expandió por varias partes de Venezuela y se internacionalizó teniendo como base la cárcel de Tocorón”, indica.
El nombre oficial del penal es el Centro Penitenciario de Aragua, está ubicado a 140 kilómetros al suroeste de Caracas, y llegó a albergar hasta 7.000 reclusos.
“Dejó de ser una pandilla carcelaria confinada al estado de Aragua para convertirse en una amenaza de naturaleza transnacional con un amplio portafolio criminal”, registró Insight Crime en 2023.
Un aspecto enfatizado por el abogado venezolano Luis Izquiel es que la estructura jerárquica del Tren de Aragua se deriva del “pranato” y se atribuye al jefe de la pandilla que ejerce el control de la cárcel. En este caso, el líder es Héctor Rustherford Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”.
Insight Crime precisa un hito que concedió más impulso a la organización delictiva.
“En septiembre de 2023, 11.000 policías y militares venezolanos, irrumpieron en Tocorón para aparentemente tomar el control del que, hasta entonces, había sido el centro de operaciones del Tren de Aragua. A pesar del golpe que supuso la pérdida de su base de operaciones, la cúpula de la pandilla escapó y sus células transnacionales siguen operando”, documentan.
Transparencia Venezuela reporta que el Tren de Aragua se dedica a la extracción ilegal de minerales, al tráfico ilícito de drogas, de armas y de chatarra, al cobro de la cuota a los presos dentro de las cárceles venezolanas; el robo, al secuestro y la trata de personas.
“El Tren de Aragua fue creciendo desde la cárcel de Tocorón y hoy se ha convertido en una amenaza para Latinoamérica. Se trata de criminales con amplia experiencia delictiva y muchos de ellos se formaron bajo las atrocidades que se cometen en las cárceles venezolanas. Por eso les vienen esa inhumanización, esa ferocidad”, explica Luis Izquiel, también profesor de criminología.
Ubica la expansión del grupo criminal a partir de 2019 y la atribuye a dos razones fundamentales.
“Los delincuentes migraron buscando mejores mercados criminales, hay que recordar la situación de pobreza y de destrucción de la economía que hay en Venezuela. Además, muchos de estos individuos se convirtieron en objetivo de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) o de cualquier organismo de seguridad en el país y que tienen una bien ganada fama de cometer ejecuciones judiciales”, asevera Izquiel.
Afirma también que, en la medida en que la pandilla venezolana se fue estableciendo en los países donde han llegado, comenzaron a llegar miembros del Tren de Aragua “a seguir engrosando esas células que se armaron”. Esto no significa, sin embargo, que la pandilla haya abandonado el territorio venezolano.
Octavio Pérez, coronel retirado de la Fuerza Armada de EEUU, coincide en señalar que el auge en el extranjero de la organización criminal se ha disparado por la migración venezolana: “Eso ha sido el caldo de cultivo para la infiltración de esta gente”.
El militar refiere que la organización criminal está asociada con delitos como el soborno, la trata de personas, la vacuna, y el tráfico de la gente por la frontera de Colombia.
De esta manera, señala, que la arquitectura de soborno activada en Venezuela ha sido extrapolada por el Tren de Aragua a los migrantes: “A Colombia, Bolivia, Ecuador, Chile, han continuado en la diáspora y se han anexado a otras pandillas locales, hacen acuerdos y se reparten ganancias”.
El coronel retirado explica que la organización criminal ha hecho “una ameba” y evoluciona con los crímenes según las necesidades de la gente: Buscan salvoconductos para sacar a la gente de su país, prostituyen a las niñas y a las mujeres.
“La ameba nueva es que llegaron hasta los Estados Unidos. El Tren de Aragua está en todo lo que es el pasaje por el Darién, toda la jungla colombiana, panameña. Esta organización está activa desde 2017 en la frontera americana que fue cuando se empezaron a detectar”, enfatiza.
Pérez agrega que se han identificado grupos en Chicago, Nueva York y en Miami. Puntualiza que parte de la ubicación de los miembros de la pandilla venezolana se ha logrado porque hay tatuajes específicos que se asocian con el Tren de Aragua.
En este sentido, señala que “se han detectado más de 2.800 individuos que han cruzado la frontera afiliados con el Tren de Aragua”.
Por su parte, el abogado Luis Izquiel puntualiza que los países donde hay registro comprobado, y oficial, de la presencia del Tren de Aragua son Colombia, en varias ciudades y especialmente en Bogotá; Brasil, sobre todo en el estado de Roraima y en alianza con El Primer Comando Capital (PCC); en Perú, donde han adoptado nombres propios, como es el caso de Los Gallegos, y en Chile.
En este último país, la Fiscalía determinó en febrero la conexión de la organización con el asesinato del exteniente venezolano Ronald Ojeda Moreno.
Asimismo, el investigador señala que, en Ecuador las autoridades han negado tener registro de la pandilla venezolana, pero se han documentado testimonios. Bolivia, España y Estados Unidos también figura en el mapeo de las acciones delictivas de la organización.
“La ausencia de cooperación entre Venezuela y algunos de estos países ha dificultado el acceso a registros policiales y otras informaciones de inteligencia”, subraya el abogado Luis Izquiel.
El 19 de marzo, el fiscal general designado por la extinta Asamblea Nacional Constituyente de Nicolás Maduro, Tarek William Saab, puso en duda que los delincuentes venezolanos que han sido detenidos en el exterior pertenezcan al Tren de Aragua.
“A quienes se acusa de ser parte del Tren de Aragua, no figuran como parte del organigrama de la organización, y algunos ni siquiera tienen antecedentes penales en Venezuela”, aseveró Saab durante una rueda de prensa.
El fiscal venezolano también fustigó a los legisladores republicanos que solicitaron al presidente Joe Biden que designe al Tren de Aragua como una organización criminal transnacional.
“El Tren de Aragua es un ejército criminal invasor desde una prisión en Venezuela que ha extendido su brutalidad y caos a ciudades y pequeños pueblos de EEUU”, señalaron los congresistas en una carta que fue promovida por el senador Marco Rubio y la congresista María Elvira Salazar, ambos representantes por la Florida.
De acuerdo con el fiscal venezolano se construye un “mito” sobre el Tren de Aragua con el objetivo de “atacar la democracia venezolana”.
En este sentido, el coronel retirado Octavio Pérez subraya que no se trata de una campaña contra Venezuela. “Todo el mundo sabe que “el problema es que el presidente Biden tiene una frontera abierta”, expresa.
Al mismo tiempo, recuerda que, desde más de 12, 14 años, la DEA, la Interpol y todos los organismos que establecían relación entre Estados Unidos y Venezuela no tienen vinculación, no hay archivo penal ni intercambio de información. De allí que “hemos podido identificar a muchos del Tren de Aragua porque cometieron un crimen en Chile, en Perú”.
“El Tren de Aragua está consolidándose y se cree el líder en EEUU”, asegura.
@snederr
FUENTE: Coronel retirado Octavio Pérez / Abogado Luis Izquiel/ Insight Crime / Transparencia Venezuela